Rusia echó al rácano equipo heleno de una competición que alzó hace unos cuatro años. Los griegos, pobres, planos y sin recursos, se quedan sin opciones de estar en cuartos. Nikopolidis, baluarte del milagro de Portugal, regaló un gol a Zyryanov que acabó con el posible caminar de unos helenos dañinos. Los rusos nos alegraron y permitieron que España ya esté en cuartos y matemáticamente como primera de grupo. Los de Hiddinh y Suecia pelearán de tú a tú por la segunda plaza en un miércoles de infarto para unos y de penurias para otros.
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